Las leyendas poco conocidas de Guatemala son historias que, según la tradición oral, se saben a grandes rasgos que existen, pero no se conocen a profundidad.
Leyendas poco conocidas de Guatemala
Muchos de estos relatos provienen de diferentes partes del interior del país, que mezclan tanto el mito, personajes e historias únicas.
Las niñas del día de finados
Se cuenta que, en los atrios de las iglesias católicas de la ciudad capital, se aparece una niña vestida de negro. Su aspecto frágil y figura delicada, se acerca a pedir un favor a los feligreses.
Si aceptan, como forma de mandado les entrega una cadena de oro y un papel con una dirección.
Los tzipitíos de la caña de azúcar
Se le conoce a los tzipitíos como pequeños seres que castigan a los adultos que hacen cosas indebidas. La historia dice que un hombre, agricultor y residente del campo, tomó son permiso unos objetos sagrados ofrecidos a los dioses.
La leyenda explica la razón por la que los camiones llevan trapos rojos.
Rompehuesos
También conocido como kajnaq baak, se trata de una leyenda popular de Chimaltenango. Se le describe como un hombre mitad humano y mitad animal, un ser mitológico que atrapa niños —víctimas favoritas—, que desobedecen a sus padres.

Fotografía con fines ilustrativos.
El árbol de amate
Se cuenta que, de bajo del árbol de Amate, se aparecía el diablo a las personas que se acercaban a pedir favores. Por un lado, hacer hechicería o por el otro invocar a fuerzas oscuras. El árbol fue derribado y ahora es la famosa Plaza El Amate.

(Foto: Guatemala de Ayer)
Los penitentes de la recolección
Popularmente, se cuenta que todos los días a la medianoche, los vecinos del barrio de La Recolección escuchaban pasos de encadenados. Se hace la suposición que eran almas en penitencia que buscaban liberarse de sus culpas.
Cuando se escuchen sonidos de cadenas, no ha que salir de las casas. Si lo hacen, se les entregará un fémur —en lugar de cadena—. Al tratar de devolverla, son las almas quien se lo llevan.
Jilguerillo
El guerrero Batsu eligió a una muchacha llamada Jilgue para ser su esposa. Sin embargo, ella no quería casarse con este hombre. Para evitar la boda, decidió esconderse en el bosque.
Muy enojado el líder de la tribu, mandó a quemar todo el terreno para encontrar a la joven. La muchacha prefirió morir y, ante este acto, su alma se trasfirió a las aves de los jilgueros.
Xocomil en el Lago de Atitlán
Se dice que antes de la formación del Lago de Atitlán, existieron tres ríos que se unían al centro de los volcanes. Cada mañana, la hija del cacique de la región se bañaba en las aguas del río.
Los ríos se enamoraron de la muchacha. Al enterarse de un posible amorío con un plebeyo, se enfadaron y trataron de separarlos. Ambos murieron ahogados en las aguas del río, hoy conocido como Xocomil.
Leyenda del Bulto Negro de la Calle
El bulto negro es una historia de miedo que se ubica en la carretera de Santa Rosa.
El espíritu del ahorcado en Xela
Un hombre se quitó la vida por amor en una casa. El ahora restaurante suele presentarse, tener cierto contacto con los visitantes y disfrutar de la «bebida».