Guatemala es un país lleno de misticismo y tradiciones orales únicas en la región. Fanta se une a la celebración de la época más tenebrosa del año, ayudando a resaltar algunas de las leyendas más famosas que han ocurrido en diferentes destinos que puedes visitar en el país. ¡Prepárate para un buen susto este Halloween!
Leyenda del Espanto del Puente de la Asunción
El Puente de la Asunción es una estructura muy transitada por los capitalinos, ya que une dos zonas importantes del casco urbano, la Zona 1 y la Zona 5. Pero existe una creencia que a los pocos años de haberse inaugurado dicho puente —alrededor de los años 70— una joven de 25 años perdió su vida trágicamente en el lugar.
Es una triste historia de una mujer llamada Alicia en una relación con un hombre cruel y deshonesto, Sergio. Alicia trató de huir de Sergio, corriendo en una noche lluviosa rumbo al centro, pero un vehículo la atropelló y eventualmente Sergio la encontró.
Desde entonces, hay quienes se la han encontrado en el Puente de la Asunción, mientras conducen bajo la lluvia, pegándoles un enorme susto en medio de la oscuridad. Si quieres leer todos los detalles de esta interesante historia, la encontrarás en este enlace.
Leyenda de la Vuelta del Chilero
La Vuelta del Chilero es una curva muy conocida ubicada en el kilómetro 33.5 de la carretera CA-1 a El Salvador. Nadie sabe muy bien por qué, pero se han reportado apariciones misteriosas de espíritus y espantos en el lugar, especialmente cuando el sol se esconde.
Estos sucesos parecen indicar la presencia de seres macabros, desde una joven cuya alma fue vendida en un pacto con el diablo hasta un perro blanco y grande, quienes buscan crear accidentes y tragedias en dicho sector.
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Leyenda del túnel de Santa María de Jesús
Este es un túnel ubicado en el municipio de Zunil, Quetzaltenango, inaugurado en 1930 para abrir paso al Ferrocarril de los Altos. Según la leyenda oral, una mujer joven decidió tomar el túnel a pie para llegar a su destino, sin darse cuenta que el tren se encontraba muy próximo en el camino. Tristemente, la joven perdió la vida ese día.
Otra mujer, para ayudar a la familia de la fallecida, emprendió un viaje hacia el lugar, donde se encargaría de transportar el cuerpo de vuelta a la Ciudad de Guatemala. Al llegar al túnel de Santa María de Jesús, la jovencita ya había sido colocada en su ataúd. Pero, poco antes de salir del túnel, se le pinchó una llanta al carro en medio de la lluvia. Una muchacha se le acercó y le ayudó a cambiarla.
Luego, la mujer le dio jalón a la muchacha, llevándola con ella al Parque Central de Quetzaltenango. La muchacha le pagó con una cadenita de oro y se fue.
Finalmente, cuando la mujer entregó la caja fúnebre a la familia en la Ciudad de Guatemala, se percataron que la difunta estaba mojada. Al mostrarles la cadena que había recibido como pago, la familia la reconoció como una de las pertenencias de su hija. Por primera vez, la mujer observó el rostro de la fallecida, la misma muchacha a quien le había dado jalón.
Leyenda del Peñol
Entre el municipio de Quesada y la cabecera de Jutiapa existe una aldea donde se cuenta que durante la conquista se libraban duras batallas entre españoles y ejércitos de Jalpatagua y Mictlán. Prisioneros indígenas huían a refugiarse a una cueva escondida por arbustos al pie del cerro El Peñol, parte de la montaña de Jutiapa.
Puede que el interior de la cueva haya sido un alivio para quienes habían vivido los horrores de la época o simplemente un sitio de paso para personas a quienes todavía les esperaban otros tormentos. Lo cierto es que muchos pobladores aún escuchan ocasionalmente el sonar de marimbas sencillas, largas pláticas en lenguajes desconocidos, incluso el triste ritmo de tunes o susurros de chirimías.
Algunos pobladores aseguran haber visto desfiles de hombres con taparrabos y mujeres con cortes de vistosos colores, sin huipiles, que salen a celebrar ceremonias. Pero en cuanto se percatan que han sido descubiertos, vuelven rápidamente a la cueva. Si quieres conocer más, ingresa a este enlace.
Leyenda del Niño Julián
Esta es una leyenda que se remonta a 1912, cuando un hombre llamado Alfonso que trabajaba de chofer ganó una suma grande de dinero. Para celebrar, gastó gran parte del premio bebiendo en una cantina. Cuando finalmente terminó de tomar, decidió regresar a casa. Pero en el camino se topó con un niño en la Avenida Reforma, quien le pidió que lo llevara.
Alfonso decidió aceptar la solicitud del pequeño, sin sospechar que se trataba del Niño Julián, un espíritu que lo llevaría al más allá. Desde esa noche, Alfonso fue condenado a convertirse en un alma en pena, lanzando gritos escalofriantes y conduciendo sus caballos a toda velocidad por la Avenida Reforma, sonidos que los residentes del lugar escucharon por muchas noches siniestras después de este suceso.
Estas historias son parte de nuestras tradiciones guatemaltecas, leyendas que le agregan un toque de suspenso a nuestras vidas. Por eso, junto a Fanta, ha llegado el momento de celebrar esta época de miedo diciendo «¡Dulce o truco!».
