Esta es la leyenda de Los Lamentos de Jesús de Candelaria, un relato poco conocido entre los guatemaltecos.
Esta leyenda empezó a propagarse gracias a la excelente narración de Héctor Gaitán, por medio de su famoso libro «La Calle Donde Tú Vives».
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Leyenda Los lamentos de Jesús de Candelaria
Uno de los antiguos vecinos del sector del Cerrito del Carmen, cuyo nombre se desconoce, pero se sabe que vivía por el Callejón Delfino de la Zona 1, comentó que en una ocasión, él estaba retornando a su hogar y, como ya no habían camionetas, tuvo que caminar varias cuadras.
La noche era tranquila y el personaje principal de esta historia caminó toda la primera calle, y pensó que al llegar a la Avenida de San José, ya estaba más cerca de su casa, pues ya solo pasaba Candelaria y buscaría la tercera calle para poder llegar a su destino.
«Siempre que camino solo por el sector, vienen a mi mente las leyendas de espantos y aparecidos que la tía Carmela me contaba», mencionó el hombre. Por aquellas horas, muy pocos vehículos transitaban por esos rumbos, la Avenida de los Árboles parecía desierta, así que este hombre llegó en un santiamén a la esquina del templo de Candelaria.
Extraños lamentos en el interior del templo de Candelaria
«Cuando pasé por el costado del templo, en una puerta lateral sobre la primera calle, escuché unos lamentos que partían el alma», comentó el protagonista. Así que permaneció un momento más en el lugar para descifrar el origen de los lamentos, pero le dio tanto miedo que mejor decidió continuar con su camino.
El hombre continuó angustiado, pues pensó que algo sucedía en el interior de la iglesia de Candelaria, y que tal vez podía llamar a la policía para denunciarlo. Sin embargo, el miedo y una extraña sensación de escalofrío, seguían invadiendo todo su ser.
Al llegar a su casa, el protagonista intentó contactar a la policía, pero su teléfono no servía, así que optó por prepararse una taza de café y meditar en medio de la noche sobre la extraña experiencia que había vivido. «Aquellos lamentos, me taladraban el cerebro. Eran lamentos de un justo que era flagelado inmisericordemente. Pensé en ladrones que se hubieran entrado al templo, traté nuevamente de lograr una llamada, pero el teléfono continuaba mudo», indicó.
La abuela le explicó lo que había sucedido
La abuela de este hombre se acercó a él para acompañarlo con una taza de café. El protagonista le contó a la mujer todo lo sucedido, con pelos y señales.
Con mucha tranquilidad, la abuela le pidió al hombre que se calmara, y le dijo «lo que tuviste el privilegio de escuchar fueron los lamentos del Señor de Candelaria, siempre que nuestro Señor se lamenta de esa forma, es señal inequívoca de que algo va a suceder. Preparémonos y encomendémonos a Él por lo que vaya a ocurrir».
Según cuentan los abuelos, estos lamentos se escucharon días antes de los terremotos de 1,917, años después, se oyeron antes de la gripe española que azotó a Guatemala, incluso, un poco antes de la Revolución de 1944.
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Referencias
- Canal de YouTube de Alejandro Albizúrez. Héctor Gaitán – Los lamentos de Jesús de Candelaria. Recuperado el 23 de marzo de 2023, de https://bit.ly/42ueqNr.
