Leyenda de la Monja Blanca
Existió un gran señor al que le pertenecían altos cerros y amplios valles en la zona conocida antiguamente como “Tucurután” o “Tezulutlán”, actualmente Baja Verapaz.
El señor visitaba el pueblo una vez cada año. En una de sus visitas observó a una mujer, quien le pareció la más hermosa que jamás había visto. Así que quedó perdidamente enamorado. Entonces visitó el hogar de la bella mujer y pidió a sus padres que se la entregaran como esposa. Para esto, ofreció a cambio grandes riquezas, joyas y dinero.
Cuando se hizo esposo de la bella mujer, dedicó su vida a amarla y complacerla en lo que ella le pidiera. Sin embargo, los padres de la mujer vieron en el amor del señor una gran oportunidad para aprovecharse. Así que obligaban a su hija a exigirle más riquezas, joyas e incluso maíz y cacao.
La mujer, en desacuerdo con esto, sufría mucho. La preocupación la llevó a enfermar por la ambición con la que sus padres se aprovechaban. Ella murió y su esposo conservó su alma como una luz hermosa y brillante entre la vegetación.

(Foto: vladybachez)
En una ocasión en que los padres de la mujer intentaron aprovecharse nuevamente, subieron a un cerro en Baja Verapaz, donde los esposos vivieron. Pero al no encontrar a su hija, continuaron buscando hasta dar con la hermosa y brillante luz, comprendiendo que era el alma de su hija.
Entendieron que su hija había muerto por el sufrimiento y la preocupación al saber que sus propios padres se aprovechaban del hombre que la amaba. Este al verlos, enfureció y decidió convertir en troncos de árboles a los padres de su esposa.
Pero eso no le devolvió la alegría. Por lo que con luto y tristeza lloró la falta de su hermosa esposa. Hasta que un día decidió perpetuar su alma, convirtiéndola en una hermosa flor blanca de inmensa belleza y sutil elegancia, más conocida como la Monja Blanca.
Referencia
- Monja Blanca – Leyenda de Guatemala. Una Leyenda Corta. Recuperado el 18 de mayo del 2018, de https://goo.gl/AuzuCi