Los vitrales del Palacio Nacional de la Cultura son piezas que personifican a diferentes escenas de la historia de Guatemala o son referentes de momentos artísticos y culturales a nivel internacional.
Historia de los vitrales del Palacio Nacional de la Cultura
La idea de los vitrales nació de la inspiración de Julio Urruela Vásquez, pintor, escultor y vitralista guatemalteco. Luego de ser elegido como presidente, Jorge Ubico, comenzó la construcción del Palacio Nacional.
Descripción de la foto para personas con discapacidad visual: retrato de Julio Alberto Urruela cuando era joven. (Crédito de foto: Geni)
En principio, el objetivo para realizar esta obra fue “dotar al país de un edificio de primer orden, el cual diera cabida a todas las oficinas de carácter burocrático, con lo cual se pretendía ofrecer un mejor servicio público a la nación”.
A pesar de ese primera idea, poco a poco, se incluyeron más detalles que lo transformaron en un tesoro ornamental, con ello un mural de vitrales —compuestos por diferentes artistas guatemaltecos a lo largo de todo el edificio—.
Así, apareció Urruela con una propuesta que aplicaba una técnica que tomó como referencia al Palacio Español y la decoración barroca que exaltó la arquitectura colonial.
El trabajo narrativo de los vitrales del Palacio Nacional de la Cultura
En principio, estas piezas se encuentran ubicadas en tres áreas importantes, según la organización espacia. Fueron pensadas para como diseños para utilizarse en grandes ocasiones y la mayor cantidad al público en general. Así se ubican en:
Salón de Banquetes
Cuenta con 38 vitrales localizados en posición paralela al centro del frente principal del Palacio. Destacan por dar una gran abertura hacia el balcón presidencial que da en dirección a la Plaza Central.
Descripción de la foto para personas con discapacidad visual: vista de los vitrales de las diez virtudes cívicas. (Foto: Ministerio de Cultura y Deportes)
De hecho, uno de los vitrales tiene como motivo los símbolos patrios como la Monja Blanca, La Bandera Nacional y el Quetzal. Por si fuera poco, de las obras que destacan es la presencia de las 10 virtudes cívicas, representados por hombres y mujeres.
Salón de Recepciones
La composición plasmada desarrolla la vida guatemalteca durante la Época Prehispánica. Allí figura el cuerpo de Tecún Umán. Sin embargo, también se le da continuación al desarrollo de la conquista y la evangelización.
Descripción de la foto para personas con discapacidad visual: vista de algunos vitrales ubicados en la recepción del Palacio Nacional de la Cultura. (Crédito de foto: Ministerio de Cultura y Deportes)
Se trata de dibujos coloridos, colocados a una altura cercana al techo el cual suele iluminarse con el sol durante el día y por las 1016 lámparas del palacio durante la noche.
El pasaje
Es llamado así, pues literalmente es “un lugar para pasar”. De hecho, atraviesa el centro del palacio de sur a norte —pasando por la 6a. calle a la 5a. calle—, y originalmente se pensó para caminar por debajo de él.
Sin embargo, tiene los vitrales más ocultos, por lo que se tienen fotografías limitadas.
Dato curioso
- Las diez virtudes cívicas son: el progreso, la paz, la labor, la libertad, la fortaleza, la concordia, el orden, la institución y la fuerza.
Referencias
- Rodas, M. Los vitrales del Palacio Nacional de la Cultura de Guatemala. Consultado el 21 de septiembre de 2021, de https://bit.ly/3zyVH3k
- Ministerio de Cultura y Deportes. Recorrido virtual de 360º Palacio Nacional de la Cultura. Consultado el 21 de septiembre de 2021, de https://bit.ly/3ERMmI2
